Impuesto al cheque: una llave que podría abrir un nuevo panorama
Impuesto al cheque: una llave que podría abrir un nuevo panorama
Apenas asumió Javier Milei a la presidencia de la Nación, uno de sus ejes centrales fue la reducción de impuestos en la industria nacional. Con un Congreso más en contra que a favor, esa iniciativa enfrentó obstáculos en el camino. Sin embargo, y con el resultado de las últimas elecciones legislativas, la propuesta retomará un mayor impulso: ¿Podrá el turismo librarse del golpe que genera el Impuesto al Cheque?

El Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, establecido en 2001, es un tributo que grava las transacciones financieras, aplicándose indistintamente sobre los créditos y los débitos en cuentas tanto de personas físicas como jurídicas. Para las agencias de viajes y turismo, se trata de una cuestión fundamental, ya que su modelo de negocio implica un alto volumen de movimientos bancarios para gestionar reservas, pagos a proveedores (aerolíneas, hoteles) y cobros a clientes.

Actualmente, la carga tributaria del Impuesto al Cheque ronda el 1,2% sobre cada operación. Dado el alto volumen de transacciones que manejan las agencias, que a menudo actúan como intermediarias de importantes flujos de dinero, este porcentaje se traduce en un costo financiero considerable y acumulativo. De esta manera, el tributo representa un costo significativo que impacta en las ganancias netas de las agencias de viajes y turismo, afectando directamente la rentabilidad de un sector que opera con márgenes habitualmente ajustados.

Para que el turismo sienta el impacto de una presunta salida, el tema debe analizarse previamente en el Congreso. Con un panorama positivo para el oficialismo tras la victoria, y manteniendo esta política de reducción de la carga tributaria, la oportunidad de que este tema vuelva a debatirse representa un alivio potencial para el sector, logrando derribar una barrera que viene siendo cuestionada desde hace tiempo.

COMPETITIVIDAD Y UN ALICIENTE POST 11 DE DICIEMBRE

Ante este escenario, Mensajero dialogó con Fabricio Di Giambattista, dueño de la empresa de Columbia Viajes y referente del sector, y con Martín Romano, CEO de Atrapalo Argentina, quienes señalaron que la posibilidad de que vuelva a ser debatible es real. “Siempre faltó una adecuación, sobre todo con lo que tiene que ver la Ley de Coparticipación, Ingresos Brutos. Y allí, entra el Impuesto al Cheque. Más que podría, debería darse el debate en el Congreso”, expresó Di Giambattista.

Por otra parte, el dueño de la agencia afirmó que la exención de esta carga alivianaría el sector, sobre todo, en materia de competencia. “No es solo que tienen que bajar los impuestos. Esto va a hacer que los precios bajen y que mejore la situación económica. Además, se logrará una mejora en la competitividad dentro del sector”, subrayó. Incluso, hizo énfasis sobre la situación que atraviesa la industria

“En una industria como el turismo, que tiene una rentabilidad muy fina, afecta directamente a la competitividad y al desarrollo del negocio. Hay una distorsión total y una afectación directa al rendimiento de las agencias de viajes, que hace que sea fundamental la revisión y la exención de este impuesto dentro de nuestra industria”, comentó. A su vez, remarcó que se debería hacer ahora para lograr el objetivo.

“Acá lo distinto es que se logre llegar al acuerdo necesario para poder ordenar reforma tributaria y laboral, sin afectar derechos. Creo que tiene que ver con un nuevo orden que me parece que es muy necesario ese consenso a nivel nacional”, cerró. A estas palabras, se le sumó Romano quien destacó el impacto que reciben las empresas turísticas con el 1,2% que se le quita por cada venta.

“Más allá de que este impuesto afecta a todas las industrias, para las agencias de viajes es distorsivo porque nosotros, de alguna manera, somos intermediarios. Es una carga tributaria que, para el sector, nos pesa mucho, sobre todo, en la estructura de costos”, destacó el CEO de Atrapalo. Incluso, destacó que sin su presencia, factores como la competitividad tendrían un peso mayor, sobre todo, para las agencias minoristas.

“Nos haría más competitivos. Aparte, el impuesto al crédito/débito lo termina tributando toda la cadena de valor. Entonces, todos vamos pagando cada vez que el dinero se mueve y sale del banco. Y creo que la competitividad se vería reflejada en precios como destino. Por otro lado, a las agencias de viajes, nos permitirá mejorar el margen de volumen, que es un gran problema que hoy tenemos”, subrayó Romano.

Por último, y al igual que Di Giambattista, aclaró que ante este nuevo escenario político, la posibilidad de que vuelva a ponerse en agenda, es viable. “Creo que ahora, por lo menos el gobierno planteó en su campaña, es tener un Estado menos intervencionista y generar más espacio para que las empresas den empleo y generen negocios y actividad industrial y económica. Veremos qué pasa”, afirmó.

CERTIFICADO MIPYME, UN PUNTO CLAVE PARA LAS AGENCIAS MINORISTAS

Además del fuerte golpe que reciben las grandes empresas del sector, las minoristas son las más afectadas, ya que gran parte de las ganancias que obtienen por una venta se ven absorbidas por esta carga. Elisabet Piacentini, presidenta de la Comisión PyME del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dialogó con Mensajero y aclaró el panorama sobre el impacto que reciben este tipo de agencias.

“Es un impuesto muy alto, muy directo y de muy fácil recaudación, se recauda día a día. Una vez que se instaló y se empezó a recaudar tanto, y pasó a ser uno de los 10 impuestos que más recaudan de los 155 que hay, este tributo quedó y fue muy difícil sacarlo en todas las gestiones. La recaudación del Impuesto al Cheque hoy en día representa más de un 1% del producto bruto del país, por eso es tan importante”, afirmó.

“Es un impuesto distorsivo para toda la industria. Sin embargo, a partir de la ley PYME (Ley 27.264), que ya data de unos años y algunas modificaciones después, es un impuesto que las Pymes lo recuperan, por lo menos las microempresas y las pequeñas empresas. Y las empresas que quedan en la tabla como medianas empresas, es decir en Tramo 1 y Tramo 2, lo recuperan en un 33%”, expresó.

“Entonces, una pyme sufre día a día este impuesto que le sacan del banco. Sin embargo, lo podés recuperar cuando tenés que liquidar el impuesto a las ganancias o bien en los anticipos lo compensamos, que es una muy buena estrategia que utilizan esta clase de empresas.”, subrayó Piacentini, quien añadió que las MiPyME también recuperan dentro del pago de cargas sociales. “Esto alivia un poco. Sin embargo, hay que saber hacerlo”, afirmó.

Incluso, aconsejó a los minoristas a sacar el Certificado MiPyME: “Para las empresas del rubro turismo este impacto es tremendo, porque las empresas tienen mucho movimiento de fondos porque pagan los pasajes de sus clientes y tienen muy poca rentabilidad. Es muy importante que los que puedan obtengan el certificado PYME por lo menos para recuperar una parte del impuesto”, comentó.

By MAGAZINE TURISTICO DIGITAL

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