Sat. Nov 23rd, 2024
Svalbard: un viaje al archipiélago remoto de Noruega (y al reino del oso polar)

Nunca te sentirás tan cerca del Polo Norte como en el archipiélago de Svalbard, pero tampoco te sentirás en un lugar donde los contrastes ambientales y geográficos sean tan evidentes. Tan pronto es posible estar en un paisaje recóndito y salvaje, en el reino de los osos polares, en el que prácticamente no ha intervenido la mano del hombre, como en un concierto en una aparentemente ciudad occidental normal. Así es Svalbard, un destino único en el mundo, también de gran fragilidad ante el cambio climático, pero accesible.

Para ponernos un poco en contexto, Svalbard, que significa en noruego antiguo “costa fría”, se encuentra en su mayor parte dentro del ámbito del Alto Ártico —por encima de los 75° N—, es decir, a una latitud similar a la del norte de Groenlandia. En total, Svalbard está formado por ocho islas, de las que Spitsbergen es la más grande. El área total del conjunto es de 62.000 kilómetros cuadrados (casi la misma que Irlanda), de los cuales más de 37.000 kilómetros cuadrados corresponden a Spitsbergen. Existen muchos lugares que están deshabitados, de ahí que sea prácticamente virgen, de hecho, quedan muy pocos destinos con tanta belleza y tan poco intervenidos por el hombre como este. Aunque se pueda pensar que estamos cerca de Noruega no es así. El archipiélago se encuentra a casi tres horas de vuelo de la capital del país, casi a la misma distancia a la que se podría encontrar Oslo de Barcelona. En total hay 2.000 kilómetros entre Svalbard y Oslo. Sin embargo, la ciudad de Longyearbyen cuenta con un aeropuerto propio -el único de Svalbard- a tres kilómetros y vuelos regulares, por lo que llegar hasta aquí es relativamente sencillo.

Svalbard: un viaje al archipiélago remoto de Noruega (y al reino del oso polar)

Quizá lo que más extrañe al viajero es su clima, y las numerosas peculiaridades de las que más adelante hablaremos. El constante sol de medianoche en verano y el período oscuro durante el invierno crean dos experiencias completamente distintas en un mismo destino, algo que ocurre en muy pocos lugares del mundo. La noche polar es especial para Svalbard: es el momento más oscuro de este periodo, y va desde mediados de noviembre hasta finales de enero. Oscurece lo suficiente como para que puedas ver las impresionantes auroras boreales durante el día. Para los casi 3.000 habitantes que tiene Svalbard es muy normal vivir así, aunque es cierto que la mayoría de sus habitantes no aguantan mucho más de tres años viviendo en estas condiciones tan anormales. Teniendo en cuenta sus temperaturas, no es extraño: el mes más cálido cuenta con unos 5º C, y las medias del mes más frío oscilan entre los -13º C y -20º C, con extremos que descienden hasta los -45º C. Los vientos suelen ser constantes y muy intensos durante el invierno, y acentúan aún más, si cabe, la sensación de frío: con viento de 100 km/h y -45º C, la sensación térmica es de -76º C (en estas condiciones bastan minutos para que se produzcan congelaciones graves en la piel).

Un grupo de turistas recorre los glaciares en kayak, una de las actividades más populares.

La mejor época para visitar Svalbard

Entonces, ¿cuándo es mejor visitar Svalbard? La mayoría de los viajeros escoge el verano polar, pero aquí la vida sigue con aparente normalidad en invierno. De hecho, los estudiantes y niños acuden a pesar de la climatología rigurosamente al colegio. “Los cientos de alumnos y decenas de profesores de la Universidad de Svalbard acuden a diario al centro sin importar las condiciones meteorológicas. La residencia universitaria está a casi dos kilómetros del campus, lo que supone que en los peores días del invierno los estudiantes bajan en silencio bajo el frío, el viento, el hielo, la nieve y la casi absoluta oscuridad. Nunca falta ninguno a clase”, explica Raúl Martín Moreno, doctor en Geografía y experto en glaciares y ambientes árticos y subárticos, y también en Svalbard, donde ha vivido durante varios meses.

De las tres estaciones con las que cuenta el archipiélago, el verano polar es la más popular. El sol de medianoche domina el cielo desde hace más de un mes, desde que el verano da comienzo -el 17 de mayo, el Día de la Constitución de Noruega-, y no volverá a desaparecer hasta finales de agosto. En un verano polar, el día y la noche se convierten en uno en el Alto Ártico, y la luz es la misma durante todo el día. “Los cuatro meses del sol de medianoche afectan por igual al reloj circadiano o biológico de humanos y animales, y es fácil que todos pierdan la noción del tiempo durante esta mágica época del año”, subraya la Oficina de Turismo de Svalbard.

El invierno llega con las auroras boreales, desde el 1 de octubre hasta el 28 de febrero. La oscuridad se apodera del archipiélago y, por el contrario, le regala la posibilidad de ver más auroras boreales. El punto culminante de la llamada temporada oscura en Svalbard es la “noche polar”; este es el único lugar en Noruega donde uno puede experimentar este fascinante fenómeno desde mediados de noviembre hasta finales de enero. Se le llama noche polar porque el sol nunca sale más allá de los 6 grados o más por debajo del horizonte, lo que significa que no hay una diferencia notable entre la noche y el día.

Gracias a este efecto, la noche polar es el verdadero espectáculo de la temporada de auroras boreales del invierno en Svalbard, ya que permite verlas con suerte incluso en pleno día.

El invierno soleado va del 1 de marzo al 16 de mayo, siendo una temporada distinta a las anteriores. En la Noruega continental, el breve periodo que va de marzo a mediados de mayo se denomina primavera, pero en Svalbard este término no tiene demasiado sentido. Durante este periodo de dos meses y medio, todavía es pleno invierno y el paisaje está cubierto de nieve y hielo hasta donde alcanza la vista.

Por lo tanto, ¿cuándo es mejor visitar Svalbard? Pues dependerá de lo que quieras hacer y ver, y del frío que estés dispuesto a soportar. Escojas la que escojas, con el abrigo y el calzado adecuados se puede visitar todo el año.

Una de las cuevas de hielo en Spitsbergen.

Qué ver en las Svalbard

Históricamente, tanto la caza de ballenas como la minería han sido las principales industrias del archipiélago, hoy en día, todo está cambiando en Svalbard, ya que la exploración polar y el turismo están cada vez más en auge. La naturaleza de Svalbard es implacable, pero frágil. Casi dos tercios de la superficie de Svalbard está protegida, y es fundamental tener cuidado con los animales salvajes que viven aquí. Como decíamos, este es el reino de los osos polares, por eso es normal ver a personas armadas con un fusil por la calle. Es uno de los primeros aprendizajes al llegar al archipiélago: jamás vayas solo por las afueras ni hagas ninguna excursión sin guías. Hay casi tantos osos polares como habitantes en Svalbard.

Si viajas hasta aquí, prepárate para vivir numerosas aventuras. Las posibilidades son infinitas: visitar el océano ártico en kayak o barco, recorrer una minería como lo haría un auténtico minero (esto no es apto para personas con claustrofobia), atravesar la nieve en un trineo tirado por huskis, hacer senderismo y poder vislumbrar uno de los cielos más limpios y azules del planeta, o visitar una de las mágicas cuevas de hielo.

Por supuesto, hay que hacer una parada en su ciudad principal. Entre todo este singular paisaje, es curioso que una ciudad como Longyearbyen cuente con toda la vida esperable en una urbe occidental: restaurantes, hoteles, cafeterías, universidad…

Entre otros de los atractivos del archipiélago se encuentra Svalbard Global Seed Vault, un banco de mil metros cuadrados de semillas de todos los países del mundo. Las semillas se almacenan de forma segura en el clima de permafrost para garantizar la producción mundial de alimentos en caso de crisis. Y también, Isfjord Radio Adventure Hotel, situado en la punta de la costa oeste de Svalbard, es uno de los hoteles más exclusivos de Noruega.

¿Te gustaría conocer Svalbard? Tienes una oportunidad única: EL PAÍS VIAJES realizará un viaje de aventura el próximo 12 de abril de 2025 junto con el experto Raúl Martín. Durante nueve días los viajeros vivirán en sus carnes qué es viajar a uno de los asentamientos más próximos al Polo Norte. “Nos alejaremos fuera de los caminos trillados, atravesando glaciares, lagos helados y montañas imponentes. Nuestro destino; Isfjord Radio Adventure Hotel, ubicado en el remoto oeste. Aquí descubriremos maravillosas comodidades, delicias culinarias inesperadas y una cálida hospitalidad. Todo en medio del desierto indómito, lejos de las rutas turísticas habituales”, explican. Si quieres unirte a este grupo de viajeros, en este enlace tienes más información.

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