El analista político Andrés Malamud analizó los cuatro meses de gestión del presidente Javier Milei, tras una semana marcada por la marcha federal universitaria, en defensa de la educación pública. Además, trazó un paralelismo con las administraciones kirchneristas en relación a la construcción de poder y explicó por qué el mandatario y la exvicepresidenta Cristina Kirchner “se necesitan” mutuamente, dijo el especialista en diálogo con Eduardo Feinmann en LN.
“Cuánto más aparece Cristina mejor le hace a Milei y cuánto más intransigente es Milei, más protege Cristina su electorado y su base política. Si los dos se moderan, tienen problemas”, planteó Malamud. Y en esa línea retomó: “Así que está en un problema Cristina si Milei recula porque entonces recupera su base y negociar le permite tener leyes. Esto es importante porque no se puede gobernar sin leyes y no porque lo diga la casta, sino porque lo dice el FMI y los inversores”.
Por otro lado, Malamud utilizó el ejemplo de la 125 para analizar los cuatro meses de gestión del presidente libertario, y los distintos focos de conflicto que enfrenta el Gobierno. “La pregunta es: ¿Milei se encontró con la 125 a cuatro meses de su gestión? Creo que no, la 125 fue un error de los Kirchner que derivó en una subida de apuesta que terminó en el Congreso. Ellos llevaron el proyecto al recinto pensando que ganaban y se encontraron con un muro de la realidad”, señaló.
“Milei, en cambio, se lo encontró antes en la calle y como tiene una hiperminoría en el Congreso reculó. Esto es algo que los Kirchner también hacían, pero cuando llegaban al precipicio. Él se dio cuenta que se estaba aproximando y paró antes”, comparó Malamud. “Esto es contra todo lo que uno esperaba y contra la imagen que él construye de sí mismo como un tipo intransigente que no negocia con la casta. Pero ahora cambia negociadores, de velocidad y quizás hasta cambie de dirección. Nos está hablando de un Presidente que entiende que cambian los tiempos”, destacó el analista político en alusión al conflicto entre el Gobierno y la universidades nacionales.
Sobre esta cuestión Malamud señaló que el Gobierno optó por retroceder sobre sus pasos. “Aunque no diga ‘me equivoque’, porque su base de poder está construida en la intransigencia, manda a negociar a los ministros. Cambian al negociador porque quieren cambiar el objetivo de la negociación”, remarcó luego de darse a conocer esta semana que el secretario de Educación, Carlos Torrendell, será de ahora en más la cabeza de la negociación con los rectores de las casas de altos estudios, en vez del subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez
“Quizá el Gobierno se equivocó en no plantear claramente que no quería cerrar las universidades públicas, no fue claro y la falta de claridad derivó en una pérdida de confianza de sus electores. No es el tren fantasma de la Plaza de Mayo. Lo que paró al Gobierno fue que sus electores marcharon en todas las plazas del país”, sentenció Malamud.
“No se puede gobernar en democracia contra las instituciones, contra la casta sí”, advirtió Malamud. “Pero si la casta tiene 24 gobernadores y el 80% del Congreso, entonces la casta tiene alguna representación democrática que hay que reconocer porque sino te bloquean el gobierno y si la casta no alcanza con las instituciones te lo bloquea la gente en la calle. A Milei no lo paró la casta, sino la gente”, concluyó al respecto.