Un jubilado oriundo de Bahía Blanca murió en la tarde del viernes pasado tras caer de la camilla cuando estaba por ser ingresado a su domicilio, luego de recibir el alta del Hospital de la Asociación Médica Dr. Felipe Glasman. Según informaron medios locales el hombre identificado como Jorge Eduardo Hernández tenía 81 años y había sido atendido en el sanatorio mencionado, lugar que abandonó cerca de las 13 para regresar a su hogar tras su internación. Sin embargo, a las 16 volvió a ingresar con heridas en la cabeza y falleció minutos más tarde. La viuda presentó un video clave ante la Justicia.
En las imágenes del momento, que quedó registrado por las cámaras de seguridad, se puede observar como el jubilado fue traslado a su domicilio en ambulancia, pero cuando los camilleros bajaban al señor que estaba acostado sobre la camilla se cayó y se golpeó la cabeza contra el cordón por no estar sujeto como indica el protocolo.
Según precisó el medio local La Brújula 24, el hombre fue ingresado nuevamente al hospital situado en calle Patricios 347 para ser atendido en el sector de emergencias, pero el personal médico no pudo hacer nada para salvarle la vida.
Los médicos indicaron que el fallecimiento sería como consecuencia de que Hernández golpeó la cabeza contra el cordón. Sin embargo, el caso aún está siendo investigado por la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 1 del Departamento Judicial de Bahía Blanca.
En diálogo con el medio local mencionado, la viuda de Hernández contó cómo fue la situación que vivió junto a su marido: “Lo que pasamos fue horrible. Llegamos a casa luego de que mi marido recibiera el alta. Estaba todo perfecto, bajé de la ambulancia, dejé una bolsa en el comedor y vi que mi marido se caía. El único de los chicos que lo bajó dijo ‘uy’ y salió corriendo”.
Y aseguró: “Mi marido estaba desatado. La casa tiene una especie de desnivel de unos 5 centímetros a la altura del cordón de la vereda. Cayó desde la altura de la camilla armada y terminó golpeando la cabeza contra el asfalto, lo que le provocó un tremendo hematoma y un corte importante en la nariz. El chico me dijo que su compañero lo iba a limpiar”.
“Le sugerí llevarlo al hospital y me dijo que le traiga hielo. Lo miré a mi esposo y ya tenía los ojitos para atrás, le decía ‘Jorge, Jorge’, mientras le hacían masajes en el corazón. Cuando llegó al hospital ya no podía reaccionar. Quizás era su destino, pero también creo que se podía evitar”, señaló señora.