Si alguien sugiere tapizar algo de naranja, más de uno hará una mueca. Se entiende que el flúo es para audaces, pero la amplia gama del naranja está presente en las casas desde siempre, por los mismos materiales de la construcción. Elegimos ejemplos en que estos materiales están presentes, y muy bien acompañados.
Ladrillo a la vista
Haber descubierto un techo de bovedilla tras picar un cielo raso de yeso y no dejarlo a la vista es raro. Siempre se celebra la pátina de años que le agrega a un ambiente. Dependiendo de la altura y la luz, hay que jugar el resto de los colores para la presencia de tanto ladrillo no oprima. El blanco (puro o “roto”) es una compañía natural. Y, por supuesto, el verde, el color complementario del naranja. Eso sí, a tener paciencia con el muestrario de pinturas hasta dar con uno que dé carácter sin tomar el protagonismo exclusivo.
En el caso del matrimonio conformado por los arquitectos Sebastián Dasseville y Gabriela Storiale, socios de Estudio x4arq, dueños de casa y autores de su reforma, la pared de ladrillo apareció tras demoler una chimenea y una biblioteca. “Luego de hacer a nuevo el cabreado de madera, pintamos de blanco el techo para que se destacara aún más”, nos contaban.
“La parte original de la casa nos gustó mucho. De inmediato, vimos la oportunidad de hacer una reforma ecléctica y moderna, pero rescatando el valor de lo que estaba”.
Cuero
“En el living no solo buscaba funcionalidad: quería que fuera memorable”, nos contaba la interiorista Bibiana Valeiras, titular de la firma que lleva su nombre y, responsable de todo el proyecto de renovación de esta casa. Lo logró trabajando cuidadosamente las escalas y el encuentro de blancos y negros con el cuero del los sillones de estilo Jean-Michel Frank y la madera que reviste toda la pared.
Maderas
Entre las claritas y las oscuras, está el enorme arco de las rojizas, las anaranjadas y las que tiran más al amarillo. Nuevos o restaurados, los pisos de madera imponen una presencia fuerte en estos últimos casos. El entorno suele elegirse neutro, pero en las imágenes que siguen también aparecen el blanco, el negro, el verde… y el mismísimo naranja.
Bajo estas líneas, los arquitectos Torunn Vaksvik Skarstad y Matías Michatek, dueños de la fantástica casa “Cubo” reacondicionaron el parquet de caldén original del PH, y lo equiparon con un estilo neto y moderno, en el que no falta un acento fuerte: el sofá “Ocho”, de Helmut Muebles.
La cabaña ‘Jaguaritica’, dentro de Fazenda Ressaca (Ubatuba) se hizo en obra seca con esqueleto de hierro y wood frame. El revestimiento interior, con multilaminado fenólico de virola, un árbol autóctono de crecimiento rápido que, en este formato es altamente resistente a la humedad y las plagas. “En un entorno así, por supuesto que quisimos trabajar con madera. Lo primero fueron las placas; a partir de ahí, buscamos crear los muebles en un tono compatible”, revelaba sobre el disparador del interiorismo Juan Diego Erhart del Campo.
La paleta de colores en el departamento que ambientó la interiorista Sheila Bursztyn, fundadora de Paprika Estudio, fue guiada por el gusto de los dueños y por los mismos materiales que dan forma a la casa: el gris del hormigón, la madera de los pisos y los detalles en negro del hierro.
Chapa oxidada
Un material que se ha visto mucho en exteriores, la chapa oxidada aparece sin disimulos en los interiores zen y despojados de la casa que Bárbara Berson construyó para la familia de la artista y diseñadora Constanza Tassara en Los Cardales. Acá, la chimenea se hizo con la misma que aparece en la fachada (la nota completa, acá).
Pisos cerámicos
El arquitecto Cristián O’Connor vive en las Torres Jardín frente a la estación Martínez, una obra de los años 70 del estudio Casado Sastre y Armesto. De él le encantan muchas cosas, entre ellas, los desniveles (por estética, porque deja los dormitorios fuera de la vista y porque crea un hall de entrada interesante) o haber puesto las tres ventanas que vemos abajo en lugar de una. Los pisos cerámicos eran un clásico de la época, y no los tocó. Faltaría más.
Inspirado por la vista
“Para hacer nuestro espacio en Experiencia Living 2023 nos inspiramos en los colores y geometría del puerto: los volúmenes de los containers y barriles y las líneas constructivas de las grúas”, nos dijeron Mariana Amoroso y Dolores Morita, de MADO Studio. De ahí la forma de las luces y naranja del sofá de diseño bien contemporáneo, acolchado y sin patas.
Inspirado por una obra de arte
Un empapelado potente
“Compré este empapelado por internet. Me encantó cuando lo vi, súper naranja y con hojas distintas de las típicas, y me encanta aun más ahora. Es un recurso que recomiendo muchísimo para levantar un ambiente”, nos contaba la interiorista Sol Larrosa hablando sobre su comedor.
Iridiscente
“Es fácil lograr un cambio de clima total en el living. Basta imaginar fundas en celeste grisáceo en lugar de estas, salmón y cobrizas”. nos decía el diseñador Facundo Amándola, dueño de casa y dueño del estudio de diseño interior Ascolta. Pero ahora están estos, y es imposible no detenerse en sus detalles brillantes, que literalmente encienden esta ambientación sofisticada y muy bien editada.
Recurso para sectorizar un espacio blanco: antes y después
“Puse espejos en las alacenas para aprovechar los muebles existentes que no estaba dispuesta a hacer a nuevo. Volvería a repetir ese recurso porque desdibuja los volúmenes en espacios chicos”, nos decía sobre la reforma de este monoambiente la arquitecta Victoria Diamore, socia de Dicha Studio. “Di muchas vueltas con el color, hasta que hice una asesoría con la experta en color Marina Christe. Quedó bárbaro y genera una nueva (y distinta) división entre espacios”.