Talento, una carrera sumamente prometedora y tener una edad que puede contabilizarse con los dedos de las manos son cualidades que, para muchos, podrían garantizar el éxito en el mundo del espectáculo, pero para estos artistas, fueron la puerta de entrada y de salida de la pantalla grande.
Tal es el caso de estas exestrellas infantiles que, aunque lograron hacerse de renombre en muy poco tiempo gracias a sus participaciones en icónicas producciones, les tomó el mismo tiempo ser olvidados por una industria que les hizo grandes promesas.
Mara Wilson, la protagonista de Matilda. Saltó a la fama en el 93 gracias a la cinta Papá por siempre y consolidó su carrera con sus participaciones en Miracle on 34th Street y la película para televisión A Time to Heal. En el 95, Wilson actuó durante la entrega de los premios Oscar, llamando la atención de Danny DeVito, eligiéndola como la protagonista de Matilda, la niña con poderes mentales.
Esta película la convirtió en uno de los actores infantiles más importantes del momento; sin embargo, también la estancó ya que después de este protagónico, ningún productor le devolvía las llamadas. Aunque tuvo algunas participaciones secundarias en algunas cintas, no volvió a saborear el éxito, por lo que decidió abandonar la actuación. Ahora, a sus 36 años, se convirtió en una escritora y reveló sus problemas de ansiedad y depresión.
Haley Joel Osment, de Sexto sentido. La frase: “veo gente muerta”, lo consolidó como una de las grandes promesas de Hollywood, pero la vida le tenía otro camino. Osment debutó en la pantalla grande en el 94 en la cinta Forrest Gump, pero no fue hasta cinco años después que su nombre atrajo a los reflectores gracias a la cinta Sexto sentido, que le valió una nominación al Oscar.
Participó en varias cintas y series de televisión; sin embargo, el papel del niño psíquico lo encasilló tanto que tanto los productores como la audiencia lograban reconocerlo por este papel.
Osment se enfocó entonces en su carrera universitaria y, aunque se alejó de los reflectores, siguió apareciendo en los medios debido a sus problemas con el alcohol y las drogas.
Su última aparición en la pantalla fue en la producción de Netflix: Extremadamente cruel, malvado y perverso, que narraba la historia del asesino serial Ted Bundy.
Bradley Pierce de Jumanji. Comenzó a actuar a la tierna edad de seis años, pero su papel más importante fue el de Peter en la cinta Jumanji, protagonizada por Robin Williams. Después de este papel continuó su carrera al frente las cámaras; sin embargo, al no obtener el éxito que buscaba, decidió enfocarse en el mundo del doblaje.
Participó en la cinta infantil Peter Pan: el regreso a Nunca Jamás, además de varios videojuegos como Kingdom Hearts II y The Lego Movie.
Danny Lloyd de El resplandor. Protagonizó una de las películas de miedo más importantes de la industria cinematográfica, El resplandor, del director Stanley Kubrick. A pesar de que emocionó a la audiencia con su interpretación del pequeño Danny Torrance, este papel fue su único éxito.
Lloyd se retiró de la actuación dos años después, y tras participar en el telefilme Will: The Autobiography of G. Gordon Liddy. Ahora es un profesor de biología en Illinois y en 2019 tuvo un cameo en la cinta Doctor sueño, una secuela de la película que lo llevó al éxito mundial.
Jonathan Lipnicki de Stuart Little. ¿Quién no lo recuerda como George Little, el hermano mayor del simpático ratón Stuart? Pero este personaje fue de los pocos éxitos que este joven tuvo en la pantalla grande.
Después de las películas 2 y 3 de esta saga; y protagonizar la cinta “El pequeño vampiro”, su carrera en el cine comercial se terminó y optó por personajes secundarios en series y filmes independientes. Su última aparición frente a las cámaras fue en la serie Family Tools, en el 2013. Alejado del espectáculo, se interesó por las artes marciales y de vez en cuando comparte sus entrenamientos en redes sociales.