La alimentación es un tema de vital importancia en las personas. Este proceso, constituido por hábitos, lleva a la persona a mantenerse en forma física y mental. Guiados, por lo general, por profesionales de la salud que arman rutinas para cumplir objetivos, el ser humano necesita todo el tiempo consumir alimentos antioxidantes para mantener su vitalidad a lo largo de los años y que el paso del tiempo no se convierta en una pesadilla.
Es por eso que los nutricionistas, con un amplio conocimiento en el tema, recomiendan al rábano como una de las verduras claves para que nuestro cuerpo no se avejente y se mantenga en forma. En cuanto a esta hortaliza, sus usos pueden ser muy amplios y uno de ellos, el más recomendado, es cuando se le agrega un líquido para transformarla en un jugo o un licuado.
Dentro de los jugos, el más conocido es el de naranja, aunque no es del todo saludable como el agua de rábano. Para entender las razones, primero se deberá conocer en profundidad a esta verdura que es baja en calorías y favorece a nuestro sistema digestivo.
Al tener propiedades antioxidantes, el rábano es idea para eliminar las toxinas que dañan el cuerpo y ralentizan su funcionamiento. Según el medio El Heraldo, las funciones de esta verdura ayudan a órganos vitales como los riñones, vesícula, hígado y a todo nuestro sistema circulatorio (formado por vasos sanguíneos que transportan sangre desde el corazón y hacia el corazón).
Ricos en vitamina C, los rábanos son muy importantes para fortalecer el sistema inmunológico y contribuyen para formar una barrera que evita la formación de virus y bacterias. A su vez, al estar compuesto por agua y fibra, ayudan a mantener el cuerpo hidratado, un dato clave en épocas de verano donde las temperaturas son demasiado elevadas.
Cómo preparar el agua de rábano
Con una gran cantidad de antioxidantes, el rábano puede emplearse tanto para ensaladas como para armar un agua especial para recuperar energías. En este caso, para armar este líquido especial, se deberá tener a mano agua, hielo y limones. El siguiente paso será tener una licuadora que realizará toda la mezcla para ser servida en un vaso o una jarra.
Tras desinfectar los rábanos con mucha agua y un chorrito de lavandina, los mismos serán introducidos, en rodajas, a la licuadora donde habrá un litro y medio de agua sumado al jugo de dos limones exprimidos (sin semilla). Una vez que la mezcla esté realizada se le podrá agregar azúcar o edulcorante, a gusto y mucho hielo para que sea un batido fresco. Cabe destacar que el mismo podrá tomarse 2 o 3 veces por semana.
Con la cristalería a mano, que puede pasar unos minutos antes por el freezer para estar bien fríos, la mezcla se introducirá en el vaso o jarra y procederá a ser degustada por la persona que recibirá una gran fuente de nutrientes en un jugo que no es conocido por la mayoría, pero que podrá ayudarte a limpiar tu organismo de toxinas y bacterias que lo atacan.