La Corte Internacional de Justicia (CIJ) acogióeste martes una primera audiencia en el caso de la denuncia de México contra Ecuador por el reciente asalto a la Embajada mexicana en Quito para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, un suceso por el que la parte mexicana considera que “se cruzaron líneas que no se deben cruzar”.
”Las acciones de Ecuador no solo infringen los límites establecidos en el Derecho Internacional, también crean un precedente desconcertarte que reverbera en toda la comunidad internacional”, manifestó el representante mexicano ante la CIJ, Alejandro Celorio, según un comunicado de las autoridades.
Durante la exposición de los argumentos en los que se basa su denuncia, el representante mexicano acusó a las autoridades ecuatorianas de, con su asalto sobre la Embajada en Quito, infringir “una de las piedras angulares que gobiernan las relaciones entre Estados”.
Asimismo, Celorio aseveró que existe una “duda preocupante” respecto a las intenciones de Ecuador con el ingreso en la Embajada, y acusó a Quito de “negligencia deliberada” hacia la vida de las personas que se encontraban en el recinto de la misión diplomática en el momento de la operación de las fuerzas de seguridad.
”Esta incursión muestra claramente la falta de respeto de Ecuador hacia las normas fundamentales, aceptadas universalmente y que existen desde hace tiempo”, reprochó Celorio, que puso el foco en la actitud tomada por las autoridades ecuatorianas una vez ocurrido el incidente en la Embajada.
”No se nos han dado garantías creíbles para evitar nuevas infracciones ni Ecuador ha reconocido totalmente su obligación de no entrar en las premisas de México”, relató un Celorio que insistió en la “preocupación para la comunidad internacional” que supone el asunto y ha recalcado la inviolabilidad de los recintos diplomáticos.
MÉXICO PIDE MEDIDAS CAUTELARES
Así las cosas, los representantes mexicanos ante la CIJ solicitaron al tribunal el dictamen de una serie de medidas cautelares entre las que se encuentra el instar a Ecuador a que “se abstenga de actuar en contra de la inviolabilidad de los locales de la misión (diplomática) y las residencias privadas de los agentes”.
En este sentido, México exige que se adopten las medidas apropiadas para “proteger y respetar” no solo las instalaciones, sino también “la propiedad y archivos” que se encuentran en ellas, “previniendo cualquier tipo forma de perturbación”.
Además, México pidió que el gobierno de Ecuador permita desalojar las instalaciones diplomáticas y la residencia privada de los agentes diplomáticos mexicanos, así como que se asegure de no llevar a cabo “ninguna acción que pueda perjudicar los derechos de México en relación con la decisión que la corte pueda emitir”.
Finalmente, Ciudad de México solicitó que, en sus medidas cautelaras, la CIJ pida que el gobierno de Ecuador “se abstenga de cualquier acto o conducta que pueda agravar o ampliar la disputa de la cual la corte está al tanto”.
Las fuerzas de seguridad ecuatorianas ingresaron en la sede de la Embajada mexicana en Quito a comienzos de mes para cumplir con la orden de detención contra el exvicepresidente Glas, acusado de corrupción.
México rápidamente denunció lo ocurrido y elevó el caso a la CIJ por “la flagrante violación a la inviolabilidad de la Embajada, contra la integridad física y moral de los diplomáticos”. Las autoridades de Ecuador acusan a Glas de un supuesto delito de malversación de caudales públicos por los trabajos de reconstrucción en la provincia de Manabí tras la sacudida de un fuerte terremoto en el año 2016, que dejó más de 670 muertos.