Horas de gimnasio, un físico fuerte y esculpido, una gran ambición, perseverancia y un objetivo inamovible. Esos son los puntos en común entre Katie O’Brian y Jackie, su personaje en Amor, mentiras y sangre, el thriller que coprotagoniza junto a Kristen Stewart y llega a las salas este jueves. ”Siempre estuve convencida de que era el rol perfecto para mí”, afirma la actriz, en una entrevista con LA NACIÓN.
En el segundo film de Rose Glass -la misma de la fascinante Salvando almas, de 2019-, O’Brian interpreta a una fisicoculturista dispuesta a dar todo para llegar a una competencia en Las Vegas. En el camino hacia su meta, el amor se cruza en su vida y toma una dimensión inesperada que la conducirá a enfrentar sus propios demonios. La oportunidad de superar su pasado queda atrás y su destino se vuelve un espiral sin salida.
Nacida en 1989 en Indiana, en el medio oeste de los Estados Unidos, O’Brian es multifacética y se especializó en varias actividades a lo largo de sus 34 años. Estudió Psicología y Lenguas germánicas, pero después de terminar la universidad, ejerció como policía especializada en prevención de crisis, ayudando a personas con afecciones como psicosis, depresión, Alzheimer y autismo durante siete años. También es especialista en artes marciales, personal trainer y en el pasado participó en concursos de fisicoculturismo, disciplina que luego abandonó por no estar dispuesta a inyectarse anabólicos. “Ese fue mi límite”, resalta.
—Tuviste un largo camino para conseguir el rol. Incluso posteaste un tuit que decía “Estoy libre para el papel” cuando supiste de la película, ¿no?
—Eso fue algo que hice simplemente por diversión. Sabía que iba a ser mucho más difícil. Fue a partir de un mensaje Twitter que me envió un fan, con un artículo de la productora A24 que decía que estaban buscando una fisicoculturista queer para interpretar un rol en una película de la productora dirigida por Rose Glass y protagonizada por Kristen Stewart. En ese instante pensé: “Esa soy yo”, y publiqué una foto mía haciendo ejercicio, que decía “Estoy libre”. Me pareció una tontería en ese momento.
I’m free 😂 pic.twitter.com/WDEBUSofPT
— Katy O’Brian (@thekatyo) April 13, 2022
—¿Te contactaron luego de ese mensaje?
—No, aunque fue muy divertido. En realidad terminé haciendo un PowerPoint con fotos viejas de cuando practicaba fisicoculturismo y mi currículum. Se lo envié a mi agente y le pedí que me consiguiera una audición para la película. Pero en ese momento todo lo que pensaba era: “No sé por qué no conseguí una audición para esto, claramente soy esta persona”.
—¿Y cómo te eligieron?
—El camino fue mucho más largo y más duro. Sí me consiguieron una audición, pero no se terminó ahí. Tuve una audición tras otra, primero me hicieron leer el guion, luego tuve otra más con un coach de actuación, y seguían haciéndome audicionar una y otra y otra vez, con muchas más pruebas. Sería mucho más simple decir que luego de mi posteo en que decía que estaba libre el papel me llamaron y quedé, pero la realidad fue diferente. Aunque creo que, al final del día, sabía que tenía que interpretar a este personaje.
—Hay muchas similitudes entre tu vida real y el papel que interpretás…
—Sí. Katie y Jackie tienen muchas similitudes, salvo que nunca usé esteroides, ni tampoco maté gente. Es muy lindo el juego que se da con la ficción. Nunca podría haber pensado en este papel en mi vida, ni lo podría haber soñado, simplemente fue demasiado bueno. Fue perfecto.
—En cierto modo parece escrito para vos…
—Así lo sentí. Hasta me preocupa que en el futuro no pueda volver a enamorarme de otro proyecto de esta forma. Aunque me mantengo positiva y pienso que si este film se convirtió en realidad, también va a existir algo más para mí que nunca podría haber imaginado antes.
Primer protagónico
Ambientada en un pueblo en medio del desierto de Nuevo México, Estados Unidos, a finales de la década del 80, Amor, mentiras y sangre es una creación de la directora y guionista británica Rose Glass, reconocida por sus formas originales de narrar historias con una la visión propia para hacerles justicia. Su primer largometraje, Salvando almas (2019) relata el vínculo destructivo entre dos personajes rotos -una enfermera, que se dedica a brindar cuidados paliativos, y una exbailarina con un cáncer terminal- como una inmersión en los fanatismos sobre la religión y la fe. Mientras su nuevo film, también trata sobre los fanatismos, aunque esta vez la temática es el amor, el poder y la fortaleza física.
Jackie, el fuerte personaje que interpreta O’Brian, es una fisicoculturista que se enamora de Lou (Kirsten Stewart), una chica de pueblo que administra un gimnasio y que nunca salió de allí. La ficción lleva a experimentar el significado del amor como adicción y sufrimiento, detrás de una historia signada por un destino oscuro a través de escenas de sexo duro, amor queer, violencia y los lazos de sangre.
El film representa el primer papel estelar de O’Brian junto a una estrella consagrada de Hollywood. Si bien comenzó a actuar desde pequeña, no fue hasta 2016 que se instaló en Los Ángeles y se dedicó de lleno a la interpretación. Entre sus roles más destacados se encuentran su participación en las temporadas 2 y 3 de la serie The Mandalorian, también apareció en la temporada 3 de Westworld, en la serie Agents of S.H.I.E.L.D., y el año pasado formó parte del elenco de Ant-Man y la Avispa: Quantumania.
—¿Cómo te sentiste en el set con Kristen Stewart?
— Me puse muy contenta cuando supe que Kristen estaba entusiasmada con la película. Se dio todo muy natural, y el ambiente fue súper relajado. Me emocioné mucho porque nunca se sabe con quién te vas a encontrar. Ella ha estado en el mundo del espectáculo desde siempre y ha hecho como cien películas. Fue genial que ella fuera tan simple y se involucrara así con el proyecto. Kristen fue muy colaboradora desde el principio. Me sentí respetada. Ella no me trataba como alguien que no había hecho algo tan grande antes, aunque yo no lo había hecho. Nadie del equipo lo hizo, y realmente lo aprecié, porque me hizo sentir lo suficientemente segura como para retratar a mi personaje de la manera que esperaba.
— El film tiene muchas escenas fuertes de sexo y de violencia física…
— Creo que tanto Kirsten como yo queríamos crear un ambiente lo más cómodo posible para la otra persona, con todas las escenas íntimas que teníamos que hacer. Queríamos que las escenas tuvieran gran impacto, que representaran un golpe fuerte, y creo que lo logramos. No nos contuvimos y nos permitimos ser vulnerables, siempre manteniendo el respeto.
—Mas allá de ser tu primer protagónico, ¿qué más te atrajo del film?
—Significó mucho para mí conseguir este papel. Pero, sobre todo, tanto a Kirsten como a mí nos atrapó la trama por las mismas razones. Si bien es una película queer, no trata sobre ser queer, sino que es solo una historia de amor, y el conflicto no tiene que ver con la homosexualidad. Nuestros personajes tienen muchos defectos, lo cual adoro. Es un film que tiene todos los condimentos: es peculiar, es único, es extraño e impredecible en muchos sentidos. Así que creo que todos estábamos muy, muy felices de participar. Poder trabajar con Rose [Glass] y entrar en su mundo y ver su visión de las cosas, es otro nivel.
—¿Es solo una historia de amor?
—Sí, es una historia de amor, el amor es el mensaje principal. Pero tiene muchos mensajes implícitos… Mi personaje comienza a consumir drogas al mismo tiempo que se enamora, y creo que al final, ese amor es lo que la domina y la salva de alguna manera. Al final el amor es lo que nos salva siempre. Pero también es una historia sobre cómo ser fiel a vos misma; es una historia sobre la familia y saber cuándo irse de ahí. Quiero decir, creo que es una historia sobre abuso. Es una historia sobre la perpetuación del abuso, y hay muchas escenas en película que lo retratan. Tiene muchos mensajes que se pueden ver por detrás de la trama principal, que están ahí y se pueden leer, pero no parecen puestos intencionalmente en el film. En definitiva, creo que Rose [Glass] hizo un gran trabajo, hay muchos elementos que están ahí de forma abstracta y cada uno puede ver lo que quiera ver en él. Hasta preguntarse cuáles son los límites de uno tiene…
—Y vos, personalmente, ¿qué serías capaz de hacer por amor?
—Siento que si mi esposa [Kylie Chi, con quien se casó en 2020] estuviera en peligro, podría levantar una montaña. Estoy segura. Definitivamente, soy capaz de hacer casi cualquier cosa por amor.