Desde la sierra del Perdón en Navarra hasta el estrecho de Gibraltar, pasando por los castros de la costa occidental de Asturias y los cañones del río Sil. “Este es un viaje al futuro donde la innovación y la transición ecológica, a través de las energías verdes, no solo cohabitan con el patrimonio ecológico y cultural de nuestros territorios”, explica Carlos Martí, portavoz de la plataforma Vientos de Futuro, “también ayudan a ponerlo en valor”, concluye. Pero ¿qué es Vientos de Futuro?
“Es un movimiento colaborativo que reivindica la importancia de la energía eólica como apuesta de futuro, y que persigue impulsar su desarrollo en España desde la escucha, el diálogo, la reflexión y la divulgación”. Así aparece en el manifiesto de la plataforma. Esta nace por una necesidad, la de crear consenso ante la tensa situación existente en la última década donde asociaciones ecologistas y vecinales se han manifestado en contra de la construcción de parques eólicos en zonas rurales y despobladas ante “su impacto medioambiental y visual”. No son molinos, son gigantes fue una de las campañas más sonadas.
En España se reparten más de 22.000 aerogeneradores que aportan más de 61.000 GWh eólicos. Esta energía ha sido la primera fuente de generación eléctrica en España en 2023, alcanzando una potencia acumulada de 30.000 MW y una aportación al PIB de 5.896 millones de euros, según datos de la Asociación Empresarial Eólica.
Entre las acciones de Vientos de Futuro destaca la promoción de una serie de rutas a pie o en bicicleta por los paisajes donde aparecen los parques como hitos por toda España. Trazamos un recorrido guiado por el viento y la silueta de los molinos.
Caminos del nordés
Empezamos en el punto más septentrional de nuestra geografía. La Estaca de Bares, en A Coruña, aparece entre la niebla como una península estrecha que se eleva sobre los acantilados que separan el Atlántico y el Cantábrico. Caminamos por la serra da Capelada siguiendo el rastro de los aerogeneradores que nos guían hacia miradores como el de Teixedelo o el Vixía de Herbeira, por faros como el del Cabo Ortegal y Punta Candieira y localidades como Cedeira o Cariño.
Nos adentramos en los llamados fiordos de la Galicia profunda. En el límite entre la provincia de Lugo y Orense, el río Sil esculpe un enorme cañón donde se cultiva la viña desde los romanos y donde la sierra de Cabeza de Meda esconde pequeños tesoros rurales. En este laberinto de colinas encontramos los parques eólicos de Sil y Meda, que hacen de atalayas en nuestra senda.
Ahora, el viento de poniente nos conduce hasta Asturias, cuyo territorio occidental está jalonado por vestigios celtas y romanos desde el Cantábrico al valle del río Navia. Partimos desde el puerto de Ortiguera y su icónico faro de San Agustín para plantear un recorrido en bici por lugares como el castro de Mohías o de Coaña, por pueblos como Abredo y Puerto de Vega y por una campiña salpicada de hórreos y molinos. En la comarca del Bierzo en León, caminaremos bajo la silueta del monte Catoute siguiendo el curso del río Boeza para atravesar bosques de robles y ascender a la sierra de Gistredo donde el viento reclama su protagonismo como lo hace el parque Peña del Gato.
A levante
El cierzo inunda el valle del Ebro y los páramos de la meseta que lo rodean donde se reparten diferentes parques eólicos y rutas planteadas por Vientos de Futuro como la de Huérmeces en Burgos y Medinaceli en Soria. Esta última discurre por los senderos sobre la vega del río Jalón, pasando por los aerogeneradores de Caramonte. En Navarra, exploramos la sierra del Perdón siguiendo las rutas de peregrinación hasta encontrar en la cumbre de la serranía el parque eólico de Navarra y uno de los mejores balcones de la comunidad. Las señales de los molinos nos llevan hasta Borja en Zaragoza y la antigua frontera del reino de Aragón en un trekking que pasa por la laguna de la Estanca, el Bosque Encantado y parte de la comarca de Campo de Borja. Y al pie del macizo calcáreo de Els Ports, en la provincia de Tarragona, terminamos nuestro recorrido tras el Ebro descubriendo un paisaje pintado de viñedos, almendros, aerogeneradores e historias de batallas de la Guerra Civil. Hablamos de la ruta de Terra Alta.
La última escala de este viaje eólico la buscamos en el punto más austral del continente europeo. Desde el mirador del estrecho de Gibraltar, en Cádiz, empezamos nuestra ruta por la sierra del Cabrito y el parque natural de los Alcornocales refrescados por el viento de levante.