Ni la inflación, ni la guerra en Gaza, ni el enfriamiento económico de algunos grandes mercados emisores. El nuevo turismo que ha renacido tras la pandemia parece con ganas de quedarse, pese a la multitud de efectos adversos que se han vivido en los dos últimos años. La llegada de turistas extranjeros a España en el primer cuatrimestre del año avala ese nuevo perfil y apuntan a que el turismo de revancha, el fenómeno que priorizaba los viajes frente a otros gastos de los hogares, ha pasado de ser algo temporal a estructural.
En los cuatro primeros meses del año llegaron a los principales destinos turísticos nacionales 24 millones de viajeros, lo que supuso un crecimiento del 14,5% respecto a las cifras de 2023, año en el que marcó un nuevo récord turístico, con 85,3 millones de visitantes. De las seis grandes autonomías de destino (Cataluña, Canarias, Baleares, Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid), la que menos creció fue Baleares, con un avance del 6,8% anual hasta rozar los dos millones de viajeros, lastrada por su temporada baja y su estacionalidad, mientras que otras como Andalucía, Canarias y Cataluña avanzaron a doble dígito. Especialmente significativo es el caso de Canarias, la autonomía dónde surgieron los primeros brotes de rechazo al turismo masivo a finales de abril, que se mantuvo como la autonomía más visitada en España, con 5,45 millones de visitantes entre enero y abril, encadenando cuatro meses seguidos en los que superó el millón de viajeros en cada uno de ellos, algo inédito en la serie histórica.
La llegada de viajeros a Madrid y Valencia creció un 22% por la fuerte presencia de pisos turísticos
Pero el crecimiento más espectacular de viajeros se ha producido en la Comunidad Valenciana, a la que llegaron 3,03 millones en el primer cuatrimestre, lo que supuso un 22% más que en el mismo período de 2023. Madrid se anotó 2,71 millones de viajeros y un avance anual del 21,6% anual. Fuentes empresariales consultadas por este diario coinciden al señalar que esas cifras están íntimamente ligadas con el fenómeno de los pisos turísticos en Madrid y Valencia. Un informe elaborado por Exceltur ponía especial énfasis en el caso de Valencia, en el que el número de plazas hoteleras y el de las viviendas turística era similar, cercano a las 20.000 plazas en ambos casos.
Si la llegada de turistas marca máximos históricos, el gasto realizado en sus estancias, espoleado por la inflación y el turismo de revancha, va rompiendo techo mes a mes. Entre enero y abril, este indicador se disparó un 22,6% hasta los 31.512 millones de euros, con fuertes crecimientos también en el gasto medio por estancia (en abril creció un 23,7% hasta los 1.221 euros) y en el gasto medio diario (avanzó un 18,8% hasta los 183 euros). “Los resultados del primer cuatrimestre de 2024, los mejores de la serie histórica desde que contamos con registros oficiales, hablan de un turismo que gira en torno a la calidad como aspecto diferenciador, con un gasto en destino que sigue en aumento y que simboliza el idilio permanente de los turistas internacionales con un abanico de ofertas innovadoras y que aspiran a hacer realidad valores como la sostenibilidad y la digitalización”, recalcó en un comunicado el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu.