África es el continente de la aventura, de lo inesperado, de lo salvaje… Quizá por ello, cuando se planea un viaje a este país, es casi imprescindible marcar en la hoja de ruta un parque nacional, un espacio de naturaleza donde podamos experimentar qué es eso de “vivir África” en la piel.
Elefantes, rinocerontes, jirafas… Estás en el lugar idóneo para poder ver todos estos animales en su hábitat, sin la intervención del ser humano. Y, no solo eso, es en los parques nacionales donde conocerás la cultura de las tribus y los principales monumentos naturales, pero ¿dónde debes hacerlo? ¿Cómo debes organizar tu viaje?
Para empezar debes saber que en Zimbabue se encuentran algunos de los parques nacionales más bellos de África, en total cuenta con nueve espacios naturales.
El Parque Nacional Hwange es el más grande de todo el país, una maravilla conocida por haber sido parte de los jardines de un antiguo rey Ndebele, un grupo étnico al sur de África que se dedicaba a la caza en la zona.
¿Te imaginas tener un jardín con manadas de elefantes? El Parque Nacional Hwange puede presumir de ello y de contar, además, con leones, rinocerontes, leopardos, búfalos y hasta hienas. Este lugar privilegiado forma parte del Área de Conservación Transfronteriza Kavango-Zambezi, la segunda más grande del mundo, desde su fundación en 1928. Actualmente, cuenta con más de 14.600 kilómetros cuadrados en los que conviven 100 especies de mamíferos y 400 especies de aves.
Es cierto que se ha visto amenazado a lo largo de su historia por la caza furtiva, sin embargo, hoy en día su principal amenaza es el cambio climático, la escasez de agua y las altas temperaturas, que provocan que muchas de estas especies no puedan subsistir en el entorno. Esto afecta, sobre todo, a los 40.000 elefantes de colmillo blanco que viven aquí, una de las mayores poblaciones del mundo.
Como curiosidad, Hwange se encuentra en las cataratas Victoria, el salto de agua del río Zambeze. La mejor época para llegar hasta aquí, y realizar un safari, es la estación seca, de julio a octubre, ya que es cuando se concentran más animales y, gracias al cálido clima, es más fácil avistarlos. La época de lluvias, de diciembre a marzo, hace que se dispersen por el parque, aunque también tiene su parte positiva, ya que las lluvias traen al paisaje mucha más vegetación.
Si Hwange se ubica en el noroeste del país, el Parque Nacional de Matobo, otro de los más importantes, se encuentra al sur de Zimbabue y es reconocido por ser el más antiguo de todos -fue fundado en 1926-, y por albergar una de las mayores manadas de rinocerontes blancos y negros del mundo.
Una vez aquí, es indispensable adentrarse en las colinas Matapobo donde desde hace 2.000 millones de años se formaron las kopjes, las grandes rocas del Serengeti. En las cuevas y grietas de estas rocas vivieron los primeros habitantes de Zimbabue, los khoisan, quienes dejaron para la posteridad, sobreviviendo al tiempo y a la climatología extrema, sus pinturas hechas a base de pigmentos y minerales naturales.
Los poblados Ndebele forman hoy la comunidad más grande de la zona. Una manera de conocerla en profundidad es haciendo una visita con una familia local, pero para ello deben aprobarla. Nadie como el periodista de viajes, fotógrafo, escritor y director de documentales Paco Nadal para conseguirlo. Su experiencia en el continente le ha permitido llevar a cabo uno de los viajes temáticos que realiza EL PAÍS VIAJES este 2024. Su aventura en camión por Zimbabue y Botsuana parte el 3 de septiembre, y permitirá a los viajeros, durante 13 días, conocer de primera mano los principales parques nacionales de ambos países, su fauna en emocionantes safaris, la cultura de sus pueblos y sus paisajes inolvidables.
Algo menos conocido y más remoto, pero igual de fascinante es el Parque Nacional Mana Pools Zimbabue, que se encuentra al norte del país y es uno de los menos desarrollados al sur de África. Fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco gracias a su biodiversidad y patrimonio natural. La parte baja del río Zambezi desemboca en una llanura abierta formando una amplia extensión de lagos que crecen con cada temporada de lluvias. Cuando estas terminan, grandes manadas de animales vienen a alimentarse de toda la vegetación que ha crecido y a beber agua. Una oportunidad de oro para contemplar toda la fauna local.
“Mana”, que significa cuatro, se refiere concretamente a los cuatro abrevaderos que se forman gracias al río Zambezi. Estas cuatro grandes piscinas naturales proporcionan un telón de fondo de 2.500 kilómetros cuadrados con bosques de higueras, baobabs (el gran árbol africano) y caobas.
Toda esta inmensa naturaleza hace que el Parque Nacional Mana Pools cuente con la mayor concentración de hipopótamos y cocodrilos de todo Zimbabue, además de otros animales salvajes. Hay varias formas de visitar el parque: a pie, en canoa o en 4×4. Cualquiera de las que escojas será inolvidable.
De Zimbabue a Botsuana, en dirección al desierto de Kalahari. El Parque Nacional Makgadikgadi (Makgadikgadi Pans National Park) es simplemente mágico. Como su nombre indica -Makgadikgadi significa “tierra vasta y sin vida”-, este no es un parque para disfrutar de la fauna, pero sí de los paisajes y de la tranquilidad. Concretamente de sus salinas, las más grandes del mundo con una superficie de 8.400 kilómetros cuadrados que se formaron por la evaporación de un enorme lago interior. Como Makgadikgadi se encontraba en el punto más bajo de la zona, toda la sal se concentró aquí. Y aunque parezca extraño, aquí hay vida. Las suricatas forman parte del paisaje, como también algunos insectos como los escorpiones. Sin duda, es un paisaje para llevarse en la maleta, ya sea en un atardecer o en una noche bajo las estrellas y con una buena charla alrededor del fuego.
El Parque Nacional de Chobe, al norte de Botsuana, cambia por completo de escenario. Ha cosechado su fama mundial por la alta densidad de animales y aves -solo en el parque hay 400 especies distintas-, y por una orografía rica en biodiversidad y agua. Es un paraíso de vida silvestre al sur de África donde campan a sus anchas manadas de búfalos, cebras, hienas… El río Chobe es el que da nombre al parque que protege 10.700 kilómetros cuadrados del desierto al norte de Kalahari.
Una forma de recorrerlo es a través de sus canales fluviales, seguramente en una de sus embarcaciones típicas tendrás la suerte de ver cocodrilos, hipopótamos y otros animales que viven en los márgenes del río. Bajo sus bosques de mopanes descansan sin mucha preocupación leones, gacelas, antílopes, elefantes… Si tienes que realizar un safari en África este es tu lugar. Un atardecer en Chobe vale por mil en todo el mundo.
*Tienes toda la información del viaje a Zimbabue y Botsuana con Paco Nadal en nuestra web de EL PAÍS VIAJES.
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