Thu. Sep 19th, 2024

Cualquier excusa es buena para disfrutar de una copa de cava, bebida fresca, noble y divertida como pocas. Desafortunadamente, la costumbre ha encasillado su consumo a la hora del brindis en las celebraciones sociales, a menudo degustado en momentos gastronómicos poco adecuados, con las fiestas navideñas como su momento culminante, cuando en apenas 15 días se consume más de un tercio de la producción. Sin embargo, un número creciente de consumidores empieza a beber cava durante el verano, cuando el sol aprieta y la copa cautiva la luz en miles de burbujas. Nada más lógico, porque es una bebida que debe tomarse muy fría. Por eso resulta incomprensible que el cava no tenga una mayor promoción en el periodo estival.

Lo reconoce el presidente del Consejo Regulador del Cava, Javier Pagés: “El problema es que, comparado con el tamaño que tiene nuestra denominación, los recursos que tenemos para hacer acciones de comunicación son pequeños. Algo está fallando. Sobre todo si tenemos en cuenta que vivimos en uno de esos pocos lugares del planeta donde se reciben más turistas que habitantes. Y donde el espumoso natural elaborado por el método tradicional (champenoise) tiene la mejor relación calidad/precio del mercado mundial”. El incremento de las temperaturas debería impulsar el consumo de una bebida, fresca y refrescante, como ocurre en países similares al nuestro, como Italia. Resulta paradójico que, siendo una bebida ideal para los días de máximo calor, el cava no tenga mayor promoción en el periodo estival, especialmente en un país como España, importante destino turístico y segundo productor mundial después de Francia, con 251.839.000 botellas en 2023. Esta situación obliga al sector cavista a dedicar la mayoría de su producción, un 68% de las ventas totales de la Denominación de Origen, a la exportación. Sin embargo, el favorable influjo de las altas temperaturas apenas tiene efecto en España.

El cava es una bebida que aúna la sutileza y complejidad de los elegantes aromas gestados lenta y silenciosamente en cada botella, con la cremosidad y expresividad de su gusto, lo que la convierte en una de las bebidas más adecuadas para el aperitivo o los platos ligeros de la gastronomía estival, con una particular afinidad cuando se trata de un cava rosado, tipología cada vez más demandada. Refrescantes, pero no refrescos, tiernos, sin ser insustanciales, afrutados, que no simplones, nuestros cavas permiten una experiencia inolvidable en los largos y cálidos días y noches de verano. Bebido solo o acompañando a los diferentes mariscos, la amplia variedad de pescados, incluso las más diversas ensaladas, permite gozar de una inolvidable experiencia enogastronómica. Porque el cava es uno de los vinos más versátiles en la terraza y en la mesa. Esta selección de seis cavas frescos por menos de 10 euros, muchos acogidos a la nueva categoría Cavas de Guarda Superior Reserva (crianza mínima de 18 meses) es la mejor evidencia de que este vino espumoso también es para el verano.

ALSINA & SARDÁ BRUT NATURE RESERVA 2021

CUSCÓ BERGA 2021

TRIAS BATLLE 2020

DOMINIO DE LA VEGA EXPRESSION 2021

DIBON BRUT ROSÉ

ROBERT J. MUR SELECCIÓN BRUT ROSÉ 2022

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