Cancún: el legado de la diversión nocturna que no quiere morir

Cancún, conocido como el corazón vibrante del turismo en el Caribe mexicano, ha visto surgir y caer innumerables lugares emblemáticos. Entre ellos, la discoteca La Boom se destacó como uno de los primeros grandes centros de diversión nocturna del destino, marcando toda una era de fiesta y entretenimiento.

Fundada en los años 80, La Boom rápidamente se convirtió en un ícono de la vida nocturna de Cancún y marcó tendencia con el ‘vikini contest’ de todos los miércoles.

Era el lugar preferido de los estudiantes de ‘springbreake’ con su música en vivo, DJs internacionales, espectáculos sorprendentes, y una atmósfera electrizante. La Boom fue testigo de noches inolvidables para miles de turistas y locales.

A lo largo de dos décadas, la discoteca reunió a multitudes en busca de diversión en su pista de baile, consolidando su reputación como un lugar imprescindible para quienes visitaban la ciudad, sin dejar de lado el famoso camión de dos pisos que recorría la zona hotelera.

Sin embargo, con el paso de los años y la llegada de nuevos competidores que se asentaron principalmente en la zona de Punta Cancún, La Boom finalmente cerró sus puertas. A pesar de su clausura, su legado sigue vivo en la memoria colectiva de quienes disfrutaron de su ambiente.

Hoy, décadas después de que el último DJ apagara sus tornamesas y las luces de neón se apagaran para siempre en 2005, después del paso del huracán Wilma, un símbolo peculiar de su existencia persiste: la vieja cabina telefónica roja, muy al estilo londinense, que aún permanece afuera del edificio.

Esta cabina, solitaria pero imponente, parece resistirse a desaparecer, recordando a todos los que pasan por ahí el espíritu de una época dorada en Cancún. Es un recordatorio tangible de un tiempo en el que La Boom no solo fue un lugar de entretenimiento, sino también un punto de encuentro, una cuna de historias, amores de verano y amistades inolvidables.

Como reveló REPORTUR.mx, en Playa del Carmen propusieron modificaciones a la ley para que todos los comercios cuenten con cámaras de video vigilancia, además de que bares, discotecas y centros nocturnos tengan arcos detectores de metales para reforzar la seguridad (Riviera Maya: piden detectores de armas y cámaras en discotecas).

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