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Con 170.000 turistas diarios de media en Barcelona y un malestar creciente por la masificación, el Gobierno del alcalde, Jaume Collboni, ya tiene listo el su plan para la Gestión Turística. El plan no contempla limitar aforos o peajes para acceder al espacio público, pero sí medidas para incrementar la fiscalidad turística, sobre todo para los visitantes que solo están de paso en la ciudad, sin dormir. A la ya anunciada idea de subir la tasa a los cruceristas en tránsito (que depende de una autorización de la Generalitat), o al aumento hasta 7.50 euros para los que se alojen (que entrará en vigor este otoño), el consistorio tiene la intención también de cuadruplicar el coste del aparcamiento para los autocares turísticos: de 20 a 80 euros. Además, el gobierno municipal insiste en su petición al Puerto de Barcelona a reducir las terminales para cruceros. Por ahora no hay fecha para una reunión.

El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha dejado claro que el ejecutivo “quiere actividad turística, pero el sector debe entender que estamos en una nueva etapa en la que no podemos dejar que la gestione el turismo”. “Hasta ahora la política turística ha estado vinculada a la demanda, a generar marca y demanda; este gobierno ha puesto el foco en la gestión turística, en medidas de gobernanza”, ha dicho Valls y ha puesto un ejemplo: “Crecimientos del 9% de cruceros no son sostenibles”, ha puesto como ejemplo.

Sobre los autocares, el regidor ha señalado que cada año hay 70.000 vehículos turísticos en la ciudad, que hacen 156.000 operaciones, entre encochar, desencochar y aparcar. Y ha recordado que mientras un turista que duerme en la ciudad pagará hasta 7,5 euros al día en tasas, los excursionistas pagan 0,5 euros. El plan de gestión prevé cuadruplicar la tasa de aparcamiento de los 20 euros actuales a 80, una decisión que deberá contar con apoyo político. Si se aprobara, la administración pasaría de ingresar un millón de euros anuales a cuatro.

Valls ha explicado que hablará con el sector y que confía en que “entiendan que hay que regular, que el turismo tiene externalidades negativas que afectan a la convivencia”. Sobre las paradas donde actualmente estacionan los autocares turísticos, ha apuntado que no aumentará, porque la ciudad tiene el espacio que tiene, pero que el consistorio intentará desplazar parte de la actual oferta e invitar a los turistas a desplazarse en transporte público.

“¿De dónde salen los mil millones que reclaman los propietarios de pisos turísticos?

El plan de medidas para gestionar el turismo tiene 12 ejes y 55 medidas, con un presupuesto total de 254 millones de euros. Algunas de las actuaciones ya funcionan o han sido anunciadas, como la gestión de los Espacios de Gran Afluencia (como la Sagrada Familia o el mercado de la Boquería), la lucha contra los pisos turísticos que no tienen licencia, o la intención de eliminar los 10.000 pisos turísticos de la ciudad. En este caso, y tras conocerse que los propietarios reclaman 1.000 millones a la Generalitat por el cierre anunciado por Collboni, Valls ha recordado los grandes beneficios que tienen estos alojamientos cuya licencia costaba en su día 227 euros. “Si no hay expropiación del activo residencial, de dónde salen los mil millones? ¿Es el volumen de negocio real? Si lo fuera, la Generalitat tiene más argumentos para haber tomado la decisión”.

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By magazineturisticodigital.com.ar

TURISMO DE ARGENTINA Y EL MUNDO