El día después del anuncio del Team New Zealand de que descartar repetir la Copa del América en Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona ha contestado por boca del teniente de alcalde de Economía y responsable de Promoción Económica, Jordi Valls. Su relato es que Barcelona apostó por la Copa del América de vela en 2021 (en post pandemia, resaca del procés y decaimiento), se marcó unos objetivos, invirtió, se han cumplido, “hay un legado y no aportaría nada alargar hasta 2026″. Porque el Ayuntamiento no está dispuesto a volver a poner dinero.
“Esta es una ciudad que no depende de la Copa del América”, ha defendido Valls, admitiendo que tanto el Ayuntamiento como el líder del equipo organizador y ganador, Grant Dalton, hacen una muy buena valoración del evento. “Como sector público no apostaremos de nuevo por la Copa del América”, ha insistido por si quedaba alguna duda. Vista la voluntad de las autoridades de Valencia de albergar unas regatas que ya celebraron dos veces, ha asegurado: “Si la competición se la queda Valencia, queremos que sea un éxito”.
Valls ha explicado durante una entrevista en Rac-1 que el martes por la tarde se reunió con Grant Dalton en el Ayuntamiento, para hablar de lo que ha definido como “acuerdo de desconexión amigable”. De hecho, los responsables municipales llevan semanas explicando en privado que solo aceptarían una nueva edición del a regata si no les costara un duro. “Le explicamos que teníamos unos objetivos y una situación: esta ciudad salía del covid, sufrimos económicamente, había desgaste en la imagen de marca por el procés, había tensión… y en ese momento que nos dieran la Copa suponía la capacidad de demostrarnos que podíamos hacer un gran evento”, ha relatado. Y ha enumerado los objetivos, que a su juicio se han cumplido: “Reforzar la imagen de Barcelona, popularizar el deporte de la vela, impulsar la economía azul, que la ciudad se responsabilizara de los impactos cambio climático y acelerar las inversiones en el litoral”.
El representante del gobierno del alcalde Jaume Collboni ha recordado los próximos eventos que aguarda Barcelona: la salida del Tour en 2026, la capitalidad mundial de la arquitectura el mismo año o la bienal Manifesta actualmente. En el comunicado del martes a última hora, Dalton afirmaba que las instalaciones de Barcelona se quedan pequeñas ante la voluntad de la organización de crecer en equipos. Valls ha explicado que el jefe de filas de los kiwis le explicó que le gustaría que los equipos estuvieran juntos, lo que no es posible en las instalaciones del puerto de Barcelona (a no ser que se hicieran obras). Dalton “no se sorprendió” ante los argumentos del Ayuntamiento, aunque “ahora tendrá que gestionar la decisión”, ha dicho Valls.
El teniente de alcalde también ha explicado que la Universidad de Barcelona hará una auditoría para cuantificar el resultado de la Copa del América de Barcelona y ha citado el cuestionado el informe previo de la Universidad Pompeu Fabra: “Algunos datos se cumplirán”, ha dicho sin más.
La plataforma de entidades de Barcelona contra la Copa del América, que organizó una manifestación en vísperas a la fial, ha celebrado la decisión del Team New Zealand. “Celebramos esta victoria vecinal y popu8lar contra un evento elitista que nunca debería haberse celebrado ena ciudad y ha supuesto un enorme gasto público injustificado”. La plataforma exige una auditoría de las cuentas públicas, una evaluación “independiente” de los impactos reales y “responsabilidades políticas”.