La familia catalana Casacuberta, poco conocida para el gran público, ha puesto en venta el hotel Kimpton Vividora en Barcelona, uno de los establecimientos de lujo que se han estrenado recientemente en la ciudad catalana. Para llevar a cabo la operación, los empresarios han fichado como asesor a la consultora JLL, tal y como han informado Alfonso Simón y Carlos Molina este martes en el diario Cinco Días.
La operación inmobiliaria ha puesto el foco sobre los Casacuberta, una saga de empresarios de perfil muy discreto en sus negocios, con grandes inmuebles en cartera, la mayor parte en Cataluña, pero también con propiedades en varios países europeos. Sus actividades se centralizan en el holding Casacuberta Villamil, sociedad que según la web de la compañía cuenta con 14 inmuebles en Barcelona, Madrid, Bilbao, Ginebra y Praga, casi todos alquilados a hoteleras de lujo.
Los Casacuberta facturaron el año pasado a través de su holding 39,8 millones (un 18,5% más), con un beneficio de 4,01 millones. De los ingresos, 27,8 millones corresponden a la explotación hotelera y 11,9 millones al alquiler de inmuebles.
Fernando Casacuberta, presidente del holding, y su esposa Coty Marsans han aparecido en algunas informaciones periodísticas por su extensa colección de más de 300 obras de arte hispánico, flamenco y pintura barroca. La familia ha rehabilitado el hospital de Sant Saver del barrio Gótico de Barcelona para exponer las obras.
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