En Castaño del Robledo -una localidad de poco más de 200 habitantes en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, al norte de la provincia de Huelva-, la Navidad es de ganchillo. En lugar de alumbrado, su decoración es artesana y de cero emisiones, con el consiguiente ahorro del gasto en luz. Miles de personas se han acercado este puente a visitar sus calles.
La idea se inició en el pueblo a mediados de la pasada década, como una diversión más de cara a la Navidad, entre algunas personas que querían tener en sus calles un aire muy especial durante las fiestas y que pensaron que sería buena idea realizar algunos adornos para que las farolas del pueblo tuviesen un toque navideño. Pero a otra persona se le ocurrió adornar la Iglesia, y en 2022 se colocaron en la localidad varias réplicas de monumentos locales, incluido el edificio del Ayuntamiento, y ya todo se ha convertido en una gran exposición al aire libre más que original, según recoge EFE. Ver el edificio de la Casa Consistorial a escala hecho con ganchillo es uno de los grandes atractivos de esta idea porque está colocado justo delante del modelo original y ha sido relacionado con todos los detalles de la fachada.
El propio Ayuntamiento, en 2020, en plena pandemia, informaba a los vecinos de que esta idea sería parte del “alumbrado de las calles”, porque, y así se reflejaba en un bando municipal, había decidido “disminuir el número de luces decorativas que adornarán las calles esta Navidad y destinar el presupuesto no gastado en ayuda social”, compensando a las calles que se quedarían sin luces navideñas con adornos de ganchillo.
Así en Castaño del Robledo se ha conseguido adornar la Navidad con cero impacto ambiental, porque se usan en exclusiva materiales reciclados, y todos los adornos que se colocan en el pueblo están hechos a mano. Esta iniciativa se ve también en las calles que no disponen de alumbrado navideño, pero sí tienen de pared a pared colgadas guirnaldas navideñas hechas con la técnica del ganchillo.
La idea cuenta con la complicidad, entre otras entidades, del centro Guadalinfo. Se trata de que cada año da un paso más en la elaboración del “Amigurumi”, la costumbre japonesa de tejer pequeños muñecos mediante técnicas de croché o ganchillo.