Los dos años de crecimiento explosivo del turismo han propiciado que Meliá, la primera hotelera española por número de habitaciones (en torno a 94.000 al cierre de 2024), haya batido las dos previsiones anuales que se marcó a principios de 2024: alcanzar un ebitda (resultado bruto de explotación) de 525 millones, con un crecimiento anual del 7%, y reducir el pasivo hasta que la relación entre deuda y ebitda se situara por debajo de 2,5 veces.
En los resultados anuales de 2024 remitidos en la tarde del miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la hotelera dirigida por Gabriel Escarrer confirmó que el ebitda del grupo se situó al cierre del pasado ejercicio en 575,4 millones de euros contando las plusvalías y en 533,6 millones descontándolas, lo que significa que en cualquiera de los dos casos superó el objetivo inicial previsto. Asimismo comunicó que redujo su deuda financiera neta (aquí no contabiliza los arrendamientos) en 391 millones, casi un tercio del total hasta situarla en 772,7 millones de euros. Si se computan los alquileres, la deuda quedó fijada en 1.265,8 millones de euros, lo que equivale a 2,2 veces ebitda y devuelve el apalancamiento a niveles previos a la pandemia.
La hotelera justifica ese ajuste de la deuda por las ventas de activos, gracias a dos operaciones. En primer lugar, la venta al Banco Santander en abril de 2024 de un 38,2% de tres activos de cinco estrellas: Me London (Londres), Gran Meliá Palacio de Isora (Tenerife) y Meliá Cala Galdana (Menorca), por la que el comprador (Banco Santander) desembolsó 300 millones de euros. Posteriormente en diciembre vendió por 60 millones de euros al grupo dominicano Popular el 25% de dos hoteles de la compañía en Punta Cana (Paradisus Palma Real Golf & Spa y ZEL Punta Cana).
La compañía prevé firmar entre 25 y 30 nuevos hoteles y abrirá un mínimo de 20 hoteles, uno cada dos semanas
“El ejercicio 2024 arroja un balance positivo para nuestra compañía, culminando la recuperación de la disrupción causada por la pandemia, cumpliendo con los compromisos planteados a comienzos de año sobre mejora del negocio y consolidación financiera, y superando los niveles de ingresos y beneficios previos a la pandemia. Un año en el que la industria turística emprendió una nueva etapa de prosperidad normalizada, en que el vertiginoso incremento de la demanda que siguió a la mayor crisis de la historia del turismo (como “revancha” frente a las restricciones vividas) ha dado paso a un saludable crecimiento en un entorno normalizado, en el que nos sentimos muy cómodos para seguir optimizando nuestra gestión y creando valor”, recalcó el consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer.
La fuerte generación de caja, en torno a 100 millones de euros, permitió recuperar el dividendo y pagar 21 millones de euros en retribución a los accionistas, sin desatender la reducción del pasivo ni otros indicadores de negocio. Los ingresos de Meliá crecieron un 4% y superaron la barrera de los 2.000 millones de euros (2.013 millones de euros), mientras que el beneficio neto escaló un 24,5% hasta alcanzar los 162 millones de euros.
Los buenos resultados de 2024 se traducen en perspectivas muy optimistas para 2025 por la buena evolución de las reservas, lo que también ha impulsado a reconfirmar sus perspectivas de crecimiento. “2025 ha comenzado con perspectivas prometedoras, confirmando la solidez de la demanda y la normalización del ritmo de crecimiento, con un positivo desempeño de Canarias, Cabo Verde y Caribe en el ámbito vacacional, y de las capitales europeas en el urbano en el primer trimestre.
Con la visibilidad actual, la compañía espera firmar entre 25 y 30 nuevos hoteles, y abrirá un mínimo de 20 hoteles, aproximadamente uno cada dos semanas a lo largo de este año”. Por regiones, la hotelera apunta a dos destinos. “Pondremos un foco en el sur y el este del Mediterráneo y otro en América con nuevas aperturas en México y República Dominicana, país en el que acaba de abrir ZEL Punta Cana. Meliá también ha firmado dos hoteles Innside en Punta Cana en 2024 y prevé abrir un mínimo de 2 nuevos hoteles en destinos nuevos para el Grupo, como Puerto Plata, además de establecerse de nuevo en Jamaica y continuar su expansión en Argentina”.
El gigante hotelero aprovechó la presentación de resultados para dar a conocer la nueva valoración de activos de Meliá, realizada a 31 de diciembre de 2024 por CBRE, que concluye que el valor de los inmuebles en propiedad alcanzó los 4.724 millones de euros, a los que se añaden otros 561 millones de euros por las participaciones de la compañía en otros activos mantenidos en joint ventures. “El sumatorio de ambos arroja un resultado final de 5.285 millones de euros, lo que le sitúa un 13,9% por encima de los niveles de la última valoración realizada en 2022 (4.641 millones). De este modo, el valor medio por habitación escaló un 11,9% anual hasta los 265.850 euros”, recalcó la compañía en la presentación de resultados.
El nuevo informe de CBRE evalúa el precio de los 65 activos que tiene en propiedad (sobre un total de 362 activos), de los que 33 están en España, 10 en República Dominicana, 9 en México, 7 en Europa y 6 en Cono Sur. El valor del precio de los hoteles en España se eleva a 1.741 millones de euros (un tercio del total), seguido por los 10 hoteles de República Dominicana con 1.067 millones de euros y los nueve de México con 1.037 millones de euros.