El Banco de España ha mejorado este martes sus previsiones de crecimiento sobre la economía española. Las sube en dos décimas para este año, del 2,5% al 2,7%. Esta revisión se basa en tres elementos: por un lado, en el robusto avance del 0,8% trimestral que se registró en el pasado cuarto trimestre, que fue una sorpresa positiva y que eleva automáticamente el nivel de PIB y crecimiento del 2025. Por otro, en que las rentas y los salarios de los hogares españoles han engordado más de lo esperado: la renta media de las familias escaló sin tener en cuenta la inflación un 9% en los tres primeros trimestres del año pasado, y un 5% el sueldo por asalariado en 2024. Ello implica una mayor ganancia de poder adquisitivo que el banco prevé que se plasme en más consumo privado durante el año. Por último, aunque se verán más que compensados por los factores anteriores, supondrán un lastre el encarecimiento de la energía y el deterioro de la zona euro.