Las autoridades de Islandia han activado este martes las alertas en la península de Reykjanes, en el suroeste de la isla a unos 40 kilómetros de la capital, ante una nueva erupción volcánica que ya ha obligado a evacuar de manera preventiva la localidad de Grindavik, un pueblo pesquero al suroeste del país, y el cercano balneario geotermal de la Laguna Azul, uno de los lugares más turísticos de la isla, que también ha sido ya desalojado, según la policía local, citada por la radio pública islandesa.