El gran reclamo turístico de las provincias argentinas de Salta y Jujuy es su paisaje irreal, una combinación de desierto con formaciones caprichosas, bosques de cactus, salinas gigantes y montañas de hasta 14 colores. Estas zonas, situadas en el extremo nororiental del país, en la frontera con Bolivia y Chile, poseen, además, un rico folclore musical y un marcado carácter andino.