
El denso manto de nieve acumulado las últimas semanas en el Pirineo catalán cerrará una temporada de invierno de ensueño para la hostelería de zona, que augura la mejor Semana Santa de los últimos cinco años. La ocupación en la sierra pirenaica rozará registros del 90% en hoteles y bungalós durante los cinco días festivos, y del 80% en el turismo rural, según las previsiones del director del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, Juli Alegre. En la provincia de Girona también son optimistas, especialmente durante los días festivos, ya que el fin de la sequía no pone limitaciones a las empresas del sector. La Costa Daurada, en Tarragona, viene apostando desde hace años por el turismo deportivo y de aventura. Las previsiones en los hoteles, campings y apartamentos turísticos de las Terres de l’Ebre apuntan a casi un 90% de ocupación. El gremio hotelero de Barcelona ha celebrado que la Semana Santa caiga a mediados de abril, tres semanas más tarde que el año pasado, hecho que favorece una mayor ocupación. La capital catalana espera, según Manel Casals, director general del gremio, una ocupación del 85%.