A medio camino entre Cascais y Lisboa el Tajo se encuentra con el océano Atlántico, y si uno mira hacia el interior, hacia las montañas, puede apreciar cierta languidez en su cielo neblinoso: es como si al final del río, que ya ha recorrido, también, parte de España, se entregara a mar abierto con algo de melancolía. Ubicada apenas a 20 kilómetros de la capital lusa, en la costa occidental, la Riviera portuguesa (Cascais, Estoril, Oeiras, Sintra) seduce con su aparente sencillez, su belleza costera y una historia que pareciera salir de cada una de las paredes de sus edificaciones antiguas.