El diseño original del proyecto, que fue creado en 1998, contemplaba una traza de 38 kilómetros y una altura de 65 metros sobre el río, lo que garantizaba el paso de buques de gran porte. Incluso se evaluó la posible inclusión de una vía ferroviaria. Sin embargo, la propuesta no avanzó en su momento debido a dificultades logísticas, altos costos y objeciones por parte de actores locales de ambos países.
Según la documentación presentada, el proyecto impulsaría la eficiencia regional al acortar en 150 kilómetros la distancia entre Montevideo y Buenos Aires, y en 215 kilómetros la conexión entre Colonia y Buenos Aires. Las empresas señalan que la obra también “fomenta el desarrollo local” en las zonas aledañas, generando un aumento del mercado potencial para la producción y el comercio gracias a la mayor facilidad de acceso y circulación.
Actualmente, el Ministerio de Economía revisa estos estudios para determinar si requieren actualizaciones y qué pasos seguir, siempre en el marco de acuerdos bilaterales y la obtención de financiamiento.
LA SITUACIÓN QUE PODRÍA COMPLICAR A BUQUEBUS
Actualmente, el movimiento de personas y vehículos entre Colonia/Montevideo y Buenos Aires se canaliza en gran medida a través de los ferries de la empresa. La habilitación de una conexión terrestre directa y eficiente —que acortaría significativamente los tiempos de viaje por ruta— podría representar un duro golpe para la rentabilidad de Buquebus, al restarle una porción sustancial de su mercado de pasajeros y, sobre todo, de carga.
Este riesgo cobra especial relevancia en un momento en que la compañía ha realizado fuertes inversiones, como la reciente incorporación (o el proyecto de incorporación) del barco de alta tecnología, el China Zorrilla, valuado en unos $170 millones. La existencia de un puente internacional reduciría drásticamente el flujo de tráfico que justifica este tipo de inversiones en su flota.