El París Saint Germain conquistó este domingo, a tres fechas para el final, su duodécima liga francesa, sellada tras la derrota 3-2 del Mónaco contra el Lyon. Ahora el conjunto parisino sueña con un triplete con la Copa de Francia y Champions League. Diez de los doce vueltas olímpicas que consiguió fueron en las últimas doce temporadas. Es el reinado más extenso y la hegemonía más profunda de la historia del fútbol francés, que ha tenido 18 campeones diferentes desde Olympique Lillois en 1933.
El empate concedido ante Le Havre el sábado en el Parque de los Príncipes (3-3) había retrasado esta nueva corona, pero Lyon terminó con el misterio al relegar a los monegascos a 12 puntos de los parisinos cuando sólo restan nueve puntos en juego. Así, se afirma como el más ganador local por sobre Saint-Étienne, que suma 10, y Olympique de Marsella, que tiene 9.
Los parisinos no temieron en ningún momento porque el título se les escapara a lo largo de una temporada que han dominado de principio a fin, al contrario que en el ejercicio precedente en el que sintieron hasta el final en su nuca el aliento del Lens.
El inicio del ciclo no fue sin embargo sencillo para un equipo sin rodaje con la llegada de Luis Enrique, el exseleccionador de España. El PSG no se subió al liderazgo de la tabla hasta el 11 de noviembre en Reims, donde consiguió un triunfo por 3-0. Aquella tarde, Kylian Mbappé marcó un hat-trick y Luis Enrique le pidió igual hacer más, en un primer episodio de una relación tensa, donde el anuncio de la marcha de la superestrella el próximo mercado de pases llevó al técnico a dosificar su tiempo de juego.
A pesar de ese contexto de amplias consecuencias internas en el plano deportivo y económico, ningún rival logró seguir el ritmo de la campaña de PSG, decidido a conquistar el título, y lo antes posible. El equipo, cuyo juego de ataque y su intensidad fueron tomando el sello del antiguo entrenador del Barcelona, dominó sus duelos contra grandes del fútbol galo como Lyon, Marsella, Lens, y Mónaco, concediendo sólo una derrota, contra el Niza en el Parque de los Príncipes en un ya lejano 15 de septiembre.
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— Paris Saint-Germain (@PSG_espanol) April 28, 2024
Desde hace varios meses el PSG cuenta con un decena de puntos de ventaja sobre Mónaco, Brest o Niza, aniquilando todo suspenso sobre la identidad del campeón de la liga francesa. Lo de este domingo fue el desenlace más lógico, pero también por el presupuesto astronómico del club parisino, que gastó 90 millones de euros por hacerse con Randal Kolo Muani y que puede hacer frente al salario de Kylian Mbappé. Pero también se vio ayudado por la irregularidad de equipos como el Marsella o el Lyon, desde muy pronto descolgados de la carrera por el título.
Luis Enrique había manifestado días atrás la falta de “urgencia” por certificar el título. “Lo importante no es cuando suceda. Lo más importante es cómo jugamos”, había comentado. El técnico es también consciente de sus ventajas: “Tenemos el mejor plantel, el mejor presupuesto, por lo que es casi obligatorio ganar el campeonato, pero lo logramos siendo superiores”.
Haber conseguido ese título de manera anticipada le permite al PSG centrarse en la Copa de Francia y la Champions League. No ganar la primera en la final el 25 de mayo contra el Lyon, al que recientemente aplastó 4-1, sería una desilusión después de haber caído las dos últimas temporadas en octavos de final. Pero el objetivo prioritario del club y de su propiedad catarí QSI desde su llegada en 2011, se presenta más complicado, con pesos pesados como el Real Madrid y el Bayern Múnich. Pero antes, espera al PSG una semifinal ante el Borussia Dortmund alemán, los días 1° y 7 de mayo.
La perspectiva de disputar la vuelta en el Parque de los Príncipes y la euforia nacida luego de eliminar al Barcelona en abril (derrota 3-2 en el Parque de los Príncipes, victoria 4-1 en España) podría dar un plus de confianza a los parisinos. Luis Enrique no esconde su ambición por el triple corona: “Es una motivación hacer algo que nunca se ha hecho en Francia para marcar la historia de nuestro club, de la ciudad y del país”. Pero avisa: “El camino es aún largo y tortuoso”.
AFP