Los últimos registros de público del teatro comercial porteño no difiere sustancialmente del anterior ranking que elabora Aadet, la cámara que congrega a empresarios y productores de dicho circuito. Según las estadísticas Esperando la carroza, el espectáculo que protagonizan Campi, Paola Barrientos, Valeria Lois y Pablo Rago, entre otros, volvió a ser la obra con mayor audiencia la semana pasada, seguida por Tootsie, la comedia que protagonizan Nicolás Vázquez y Julieta Nair Calvo y Mejor no decirlo, con Mercedes Morán e Imanol Arias.
Luego de esa especie de podio se ubica la segunda temporada de Bossi Live Comedy, la propuesta de Martín Bossi; y le continúan En otras palabras, la obra que protagonizan Gimena Accardi y Andrés Gil; Lo que el río hace, de las hermanas Marull; Legalmente rubia, la comedia musical que encabeza Laurita Fernández; Los mosqueteros del rey, con Nicolás Cabré, Jorge Suárez, Nicolás Scarpino y Fredy Villarreal; Brujas, el espectáculo que se estrenó en la lejana temporada de 1991; y cierra el top ten la obra Lo sagrado, con Julio Chávez.
En la comparativa con las semanas pasadas hay apenas leves modificaciones en el ranking. Claro que tomando a los elencos de estos títulos establecidos que son verdaderos tanques de la escena comercial, muchos actores y actrices alternan su semana con otras propuestas que pueden responder a búsquedas más personales. En Esperando la carroza, la obra que desde hace varias semanas viene liderando el ranking, los trabajos de Paola Barrientos y Valeria Lois son piezas claves de este efectiva maquinaria escénica que dirige Ciro Zorzoli. En el caso de esta última, a las 7 funciones que realiza semanalmente en el Broadway le suma La vida extraordinaria, un elogiado montaje estrenado hace años y que sigue dando batalla los miércoles, en el Picadero. Como en un juego de espejos, de dobles y bifurcaciones, en esa obra Valeria Lois comparte escena con su amiga Lorena Vega, la directora y actriz de Imprenteros, otro trabajo de merecido millaje cuya versión cinematográfica acaba de ser premiada en el Bafici. Ese potente y bello biodrama se estrenó hace seis temporadas y no para de circular por distinta salas. Actualmente va los viernes, también en el Picadero.
En una sala emblemática
La vida extraordinaria se había estrenado en un teatro estatal (el Cervantes, para más datos). Lo que el río hace también debutó en una sala pública (aunque en ese caso, en el San Martín). Cuando se mudó al Astros no paró de seguir sumando verdaderos fanáticos. En esa exquisita propuesta de las hermanas Marull (María y Paula) es imposible pasar por alto la labor del actor Mariano Saborido. Los domingos por la tarde, este brillante intérprete vuelve a ocupar el mismo escenario en el marco de Paraguay, obra de Paula Grinszpan y Lucía Maciel que durante un tiempo hizo funciones a la gorra en una sala alternativa. Hace poco se mudó al Astros, el teatro que supo ser una sala de referencia tanto para el teatro de revista como para las figuras icónicas del rock nacional.
En Lo que el río hace hay otra deriva obligada. María Marull, en su doble rol de dramaturga y directora, está presentado en El camarín de las musas La pilarcita, una montaje que ha pasado por varios festivales y que está por cumplir sus 10 años de vida. Del elenco de esta obra que se presenta los viernes en la sala de Almagro forma parte el actor, director y músico Julián Rodríguez Rona. Él también se duplica: los sábados presenta, en una sala vecina, El portón de Sánchez, la obra La vida animal que se la anuncia como ”una fábula sin moraleja”. Se suele hablar de Lo que el río hace como una obra de culto que encontró su lugar en el mundo en una sala del circuito comercial. En términos parecidos se referencia a El brote, de Emiliano Dionisi con Roberto Peloni. Este potente trabajo se estrenó en el circuito alternativo hasta que pasó al Maipo, otra sala clave en el mapa del teatro de revista porteño. En la temporada anterior durante varias semanas estuvo en el top ten, esta rareza del off devino en una de obras más vistas en Buenos Aires (lo mismo sucedió cuando se presentó en Mar del Plata). Bien, mañana vuelve al Maipo. La historia de El brote continúa.
Tanto El camarín de las musas como El portón de Sánchez son dos salas históricas del circuito alternativo como lo es Timbre 4, la sala de Boedo creada por Claudio Tolcachir y su equipo. En su rol de director escénico Tolcachir es el responsable de ese fenómeno de audiencia que protagonizan Imanol Arias y Mercedes Morán en La Plaza. En tren de asociaciones libres, en la sala de Tolcachir Luciano Cáseres está presentando Muerde, una atrapante propuesta que dirige Francisco Lumerman. La semana del actor se reparte entre Boedo y las luces del centro. Es que en el Astral Cáceres es uno de los actores de El beso, la comedia más vista en la reciente temporada de Mar del Plata, junto a Mercedes Funes, Luciano Castro y Monna Antonópulos. A la inminente agenda de Luciano Cáceres hay que sumarle otro dato no menor: Muerde se presentará en Madrid el 14 de este mes, en la Casa de las Américas, en el marco de Conexión Bs As Madrid, que organiza el gobierno porteño.
El doblete de Nicolás Vázquez no le implica tener que desplazarse de un barrio a otro de la ciudad y mucho menos cruzar un océano. Para él todo es mucho más fácil: solamente se trata de cruzar la avenida Corrientes para ir del Lola Membrives al Metropolitan. En el primero, es el actor y productor de Tootsie. En el otro teatro es el director y productor de En otras palabras, en donde trabaja su pareja, Gimena Accardi. En el mismo Metropolitan, como cerrando otro círculo, el nombre de Lorena Vega vuelve a aparecer. Es que los domingos presenta allí Las cautivas, la obra que protagoniza junto a Laura Paredes, una de las integrantes del grupo Piel de Lava quie está haciendo una nueva temporada de Parlamento, en Arthaus, de pleno microcentro porteño en donde hay más cajeros automáticos que marquesinas teatrales.
En tiempos de austeridad y de achiques también hay lugar para ciertos lujos. Hace dos semanas Las cautivas se presentó en Madrid. En una de las funciones frente a un público que agotó entradas y que las aplaudió de pie, hubo un espectador con luz propia: el cineasta Pedro Almodóvar. “Hoy soy un simple pagano al lado de ustedes”, dicen que les dijo a Lorena Vega y a Laura Paredes, después de la función.