Buscar una vivienda de alquiler en Toledo se ha convertido, como en muchas otras capitales españolas, en toda una odisea. Un vistazo a cualquier portal inmobiliario muestra un mercado de alquiler raquítico, que en ningún caso supera las 100 viviendas disponibles, y una explosión de apartamentos turísticos que, en portales como Airbnb, suman cerca del millar. A esta disparidad, que restringe las opciones de quienes quieren o necesitan residir en la capital regional ―y que ha empujado el coste de los alquileres a cifras inéditas en esta ciudad de 86.000 habitantes―, quiere poner coto una ordenanza municipal que ha entrado en vigor este marzo, tras su aprobación en la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo y su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia.